VOLAR EN UN MISMO CIELO

sábado, 16 de mayo de 2009 5 comentarios en el nido







Es ley de vida. La Madre Naturaleza dispuso, en su gran sabiduría, que el halcón persiguiera a la paloma, que la acosara y diera caza, que él fuera el depredador y ella la presa. Pero todas las leyes del Universo tienen sus excepciones, todas, o dejarían de ser leyes. De ahí que a veces se produzcan acontecimientos, normales para algunos, sin importancia, pero para otros, insólitos y llenos de significado.

Y yo tengo el privilegio de estar viviendo uno de ellos...

Vivo en una casa bonita, soleada, frente al mar Mediterráneo, veo sus azules aguas cada mañana al levantarme y abrir mi balcón, debería dar gracias por ello todos los días, es una suerte, de veras, y pienso hacerlo a partir de este momento, en que estoy escribiendo y, alzando la vista, me encuentro con este maravilloso paisaje, donde mar y cielo se confunden. Pero además de tener maravillosas vistas, mi hogar tiene rincones en el exterior donde hace años una pareja de aves, no sé de qué especie, construyen su nido y procrean. Su presencia es normal y a veces "supervisamos" que todo les vaya bien.

Pero desde hace una semana empecé a oir gorjeos de palomas, a todas horas. Al principio no le dí importancia, ni siquiera reparé en ello. Hasta que un día, subiendo las escaleras al piso superior, percibí un gorjeo fuerte e intenso. En el descansillo de dicha escalera hay dos ventanucos muy estrechos y miré a través de ellos: habían dos palomas reposando en ellos. Sonreí, pensando que únicamente habían hecho una parada y descansaban. El siguiente día, volviendo a casa, un fuerte batir de alas me hizo asomar al jardín: las palomas estaban recogiendo pequeñas ramas y las trasladaban a los ventanucos; Por el amor de Dios, comprendí que estaban construyendo un nido y que no se hallaban de paso. Atónita, me quedé un rato observando, medio a escondidas para no asustarlas, y una de ellas me miró y sentí como si me hablara: estamos aquí, éste es un buen lugar para nosotras, aquí nos quedamos. Yo entré en casa y absorta, subí las escaleras y entré en la pequeña habitación donde suelo ponerme a leer y a escribir, en el lado opuesto donde está el nuevo nido.
Mi sorpresa fue enorme cuando escucho de nuevo el gorjeo de las palomas y veo unas sombras a través de la ventana: estaban sobrevolando frente a mí como si quisieran llamar mi atención, o incluso parecía que me daban las gracias. Me asomé con cuidado y ellas no dejaban de volar ante mis ojos.
Ahora mismo, escribiendo estas palabras, las estoy escuchando.

Lo que para mí es insólito, lo que rompe las leyes de la Naturaleza, es que palomas aniden en el espacio en el que vive el Halcón. De todos es sabido que en los cielos en que vuelan halcones, no vuelan palomas. Por supuesto es pura anécdota, pues yo no soy un ave y no soy depredador, pero resulta tan bellamente metafórico que el Halcón conviva con palomas... lo interpretaré como una señal de buena suerte, del advenimiento de tiempos mejores, y como ya dije una vez:

El Halcón y la Paloma volaron en un mismo cielo...

5 comentarios en el nido:

  • P.G.Daisy dijo...

    Que maravilla que las palomas aniden en tu casa. En lo personal adoro a las palomas por que representan el amor, la fidelidad, la devoción, la fé y la paz. Eres afortunada. Saludos, y gracias por leer mi blog.

  • Carolina dijo...

    Son las 23:15 de este sábado 16 de mayo. Las palomas están durmiendo en su nido, apoyadas contra el cristal de la ventana. Así que, si estáis ahí no hagáis mucho ruido...

  • Jim dijo...

    Tienes un blog maravilloso.
    Dime una dirección de e-mail donde escribirte. Me gustaría hacerte llegar la información sobre mi novela "Lobo Gris", por si quieres incluirla en el blog.
    Mi correo: janaru@gmail.com

    Un saludo.

 

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