AHORA HABLO YO

miércoles, 1 de abril de 2009 7 comentarios en el nido


Por fin se me permite ver la luz.
Soy Lyodrán y nací de un huevo como muchos otros animales inferiores a mí.
Soy el antepenúltimo de mi especie, siempre existirá otro que dirá que es el penúltimo o el último, pura fanfarronería.
Nací de un huevo y soy un dragón.
Soy un animal mitológico, un ser fantástico, y destilo un veneno combustible que me permite exhalar potentes llamaradas que son mi suspiro y mi manifestación de vida.
Soy Lyodrán, soy un dragón y... estoy de okupa.
No sé cómo ocurrió, bien, sí lo sé, pero no kiero akordarme kómo llegó eso de ser okupa. La verdad es que forma parte de otra historia, yo únicamente puedo dar gracias a San Jorge que me permitió crear mi nido al calor de un ser humano sin que mi naturaleza llegara a generar un conflicto irremediable, que debo admitir, hubiera sido lógico de necesidad, pues no es muy normal que digamos que hombres y dragones lleguen a convivir en paz y armonía como nosotros hemos conseguido.

El día en que vine al mundo mi especie ya estaba al borde de la extinción. Cuando salí de mi cascarón establecí de inmediato un vínculo extraordinario con mi madre y el resto de mis hermanos de camada, como dicta la Genética (con mayúsculas, por respeto); aunque yo aún no era consciente de las leyes de la Madre Naturaleza, sentí ese vínculo arraigándose profundamente en mi interior, traspasando mis escamas como un rayo de luz potente y vibrante.
Así nací a la vida y maullé como un gatito para atraer la atención de mi madre (aún lo hago cuando quiero conseguir algo), extendí mis raquíticas alas de murciélago, transparentes y frágiles y supliqué que crecieran fuertes para alzar el vuelo algún día. Sin ellas sabía que no podría sobrevivir.

Soy un Draco Magnus Occidentalis, un dragón europeo, pero odio decir mi nombre en latín porque sé que cuando sea viejo sólo hablaré en esa lengua, como mi abuelo. Es cosa de Genética, por lo tanto juré un día que hablaría en cualquier otro idioma, que para eso domino unos cuantos para envidia de muchos.
Soy guapo y no admito opiniones en contra. No porque sea vanidoso, que lo soy, sino porque mi naturaleza no me permite dar la razón así como así a quien cree que soy feo, además de que me produce acumulación de metano en la laringe y fuertes expulsiones de humo negro por mis fosas nasales, todo ello claro está, debido a la pérdida de paciencia.
El color de mis escamas es de un rojo pasión que recuerda a las fresas silvestres. Y soy grande, muy grande y pesado, al menos eso es lo que dice la que vive conmigo, y lo dice con una ironía que no sé si se refiere a mi peso o a la contundencia con que defiendo mis ideas.



Soy un tipo genial pero si me llevan mucho la contraria saco mis armas para defenderme, aquellas con las que me dotó la Genética: garras, púas y sobre todo mi larga cola terminada en punta de flecha. Pero los que me conocen saben que soy muy democrático cuando tengo razón y no se me contradice.

Me gusta pasear por la playa y buscar conchas de almejas para mi colección, pero más me gusta la felicidad que siento cuando pienso en el aperitivo que se esconde dentro de ellas. Lo que me fastidia soberanamente es la arena que se me pega a las pezuñas, pues tardo casi una semana en desprenderme los restos que quedan metidos entre los pliegues de mi soberana y grandiosa estructura andante.

A veces me retiro al mar, a mi cueva de meditación, excusa que pongo para que me dejen tranquilo un tiempo y se olviden de mí puesto que necesito un poco de espacio e intimidad. Sobre todo espacio, pues yo es que ocupo mucho, obviamente. Ésa es la versión que cree la que vive conmigo, ya que en realidad mi cueva es la entrada al mundo de donde vengo y al que pertenezco. Y la que vive conmigo se lo cree. La muy tonta.
Es tonta, pero la quiero.

7 comentarios en el nido:

  • Arwen dijo...

    Hola Liodran tenia muchas ganas de conocerte...te invito a mi casa, tengo mucho sitio cuando quieras puedes venir a comer...que comen los dragones?? bueno lo que sea estas invitado jejejeje me ha encantado la entrada y conocerte, seguro eres un dragon muy hermoso...besitossss

  • Arwen dijo...

    Ahhh se me olvidaba le dices a tu amiga Carolina que tiene un meme-premio en mi universo, que lo recoga cuendo pueda...besos

    http://eluniversodearwen.blogspot.com/

  • Lyodrán dijo...

    Encantado de conocerte Arwen! Te tomo la palabra y acepto tu invitación. Ya te hablaré sobre mi dieta pero si quieres saber más, en los comentarios de la entrada sobre mí y la genética (dos pasadas de vuelo más abajo) hay una discusión sobre ello entre la que vive conmigo y el estimado sr. Undreas Karelda, propietario del magnífico dragón Aureón. Arrrrggghhh!! Y muchas gracias por el premio estimada amiga, se lo comunicaré a la que vive conmigo en cuanto dé señales de vida humana. Le lanzo una pequeña llama de calor!

  • Belén dijo...

    Buenas Lyodrán, yo también tenía ganas de conocerte. Deberías escribir un diario con tus experiencias a la hora de vivir con un humano. Seguro que es sumamente interesante y se agotarían todas las ediciones.

  • Lyodrán dijo...

    Señorita Belén es un placer conocerla, me han hablado mucho de usted, de tú, ejem! bien, ¿pagan con chuletones de vaca los derechos sobre lo que uno escribe? Si es así me pongo inmediatamente a la tarea, que anécdotas no me faltan. Con caluroso y ardiente afecto, una llamita para darle calor!

  • Sidel dijo...

    Hola Lyodrán bienvenido! ya teniamos ganas de conocerte, he de decir que comparto tu afición de coger conchas en la orilla del mar aunque yo las prefiero sin bicho, jejeje. Todos debemos tener nuestro sitio de meditación el tuyo es tu cueva el mío cualquier parque donde escuche a los pajarillos, por desgracia no tengo el mar cerca...Estoy deseando saber tus anécdotas, besos dragón rojo!

  • Lyodrán dijo...

    Besos ardientes señorita Sidel, encantado la invito a la playa cuando tenga un momentillo. Tengo llamas también para usted!

 

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