MENSAJE DE LYODRÁN AL MUNDO

viernes, 3 de abril de 2009 4 comentarios en el nido

No me gustan los humanos. Vivo con una de ellos pero no me gustan. Por ello intento mantenerme apartado y mostrarme a unos pocos. No soporto la masacre contínua a los que se ven sometidos los que pertenecen a mi familia, aunque sean distintos a mi especie. Si no decido llamar a los míos y arrasar este planeta del que los hombres se sienten los dueños, es porque sé que aún quedan pueblos sabios entre ellos que nos defienden a nosotros, los animales, quienes razonamos mucho más que el llamado "animal racional", puesto que únicamente somos capaces de matar por nuestra pura y necesaria supervivencia.
Mi compañera con la que vivo me ayuda a conocer lo que los humanos llaman la "Tierra", planeta que pertenece a un cierto sistema solar denominado la "Vía Láctea", y en el que se supone que toda forma de vida debería convivir en paz y armonía.

No es cierto.


El objetivo de la coexistencia entre razas distintas, en las que ninguna debería considerarse superior a las demás, es la ayuda mútua que unas pueden brindar a las otras, el aprender de la sabiduría de los que son diferentes podría ayudar al desarrollo de las
demás.

Pero el hombre no lo entendió así.


Sólo quiso aprovechar lo que le dió la gana para su propio beneficio, rompiendo el círculo de la vida, dando al traste con el equilibrio natural de las cosas, iniciando, sin saberlo, su camino hacia la autodestrucción.

Pero según he aprendido de las cosas que me cuenta la que vive conmigo, aún existen pueblos sabios respetuosos con la Madre Tierra, pueblos que afirman que en el preciso momento en que provoquemos la desaparición del último animal sobre la faz de la Tierra, estará la raza humana condenada a desaparecer.

Propongo entonces al mundo llamado Tierra un Pacto de Vida, un Tratado Interracial. Respetémonos los unos a los otros, hombres y animales, ayudémonos en beneficio mútuo sin más interés que el de la propia supervivencia. Hagamos de este mundo un lugar donde convivir aprendiendo hasta alcanzar la Sabiduría, aquella que la Madre Tierra siempre nos quiso mostrar.
Porque toda forma de vida es sagrada y tiene un sentido único que la hace existir, que interactúa con las demás y las complementa, las hace crecer y perfeccionarse, las impulsa en el necesario salto evolutivo hasta alcanzar el grado máximo de conocimiento, comprensión y entendimiento.

Únicamente el respeto mútuo entre especies puede evitar el fatal desenlace de este planeta, quizás pueda abrir las puertas al mundo que nos estaba predestinado desde el principio de los tiempos. Quizás nos lleve al abrazo del Gran Espíritu, cuya llamada hemos desoído durante largo tiempo, a unir nuestras almas con el aliento de la vida que nos fue generosamente donada, y sentir el inmenso latido del Universo en nuestros corazones, donde todo ser vivo tiene su lugar, estallándo en un mar verde de esperanza y un cielo de infinitos colores....
....Que así sea....
Lyodrán.


4 comentarios en el nido:

  • Carolina dijo...

    Es difícil vivir contigo, todo un reto. Pero me siento orgullosa, querido amigo... tenemos que aprender mucho de vosotros, los animales...

  • Arwen dijo...

    Que bella entrada Liodran sobre todo la ultima estrofa me ha llegado al alma ojala se cumpliera tu lindo sueño mi noble amigo...es verdad los humanos somos pura destruccion, pero bueno mientras brille la luz del amor habra esperanza...besitosssss para los dosss.

  • Sidel dijo...

    Lyodrán eres sabio, tienes mucha razón, yo me considero de esa parte de humanos que intenta convivir con la naturaleza y los animales, desde pequeña he sentido un afecto desmesurado hacia ellos, yo nunca jugue con bebes, yo solo quería peluches por que no me dejaban tener animales. También comparto tu opinión sobre que los humanos, arrasamos todo, pero no te preocupes por que la naturaleza comienza a rebelarse contra nosotros y seguro que nos dará una buena lección, aunque también espero que no acabe con todos nosotros, pues como animal que soy mi espiritu de supervivencia esta latente... Espero ansiosa volver a conversar contigo bello dragón, un placer. Besos.

 

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