Quién puede retener en la sombra a un animal de 14 metros de largo, 4.92 metros de altura, lleno de escamas, púas, cola en punta de flecha y color rojo "pasión".
Lyodrán es un dragón. Un animal mitológico pero, creedme, muy real. Es pesado por su tonelaje y bastante más pesado por su charlatanería y tozudez.
Aunque es rojo -por su color, no tiene más inclinaciones políticas que el vivir en una especie de llamada "Democracia Autoritaria", es decir, él acata las decisiones de la mayoría salvo cuando cree tener razón, entonces la mayoría debe acatar sus decisiones-, algunos de sus congéneres pueden ser de color verde, negro o dorado. Yo creo que existen algunos híbridos con otros colores por aquello de la supervivencia, cuando los últimos de cada especie fueron mezclándose para no desaparecer. Lo que sí que sé seguro es que los ejemplares más mayores pueden alcanzar un color blanco puro.
Sus alas se asemejan a las de un murciélago, él dice que es debido a la Genética (con mayúscula, pues le tiene un gran respeto a la ciencia y la biología). No sé qué tendrá que ver. Supongo que como muchos de sus antepasados trasnochaban con dichos mamíferos alados en las tabernas-grutas de Transilvania y a saber cómo acababan esas noches, puede ser que la Genética sí tenga algo que ver.
Lyodrán es un dragón Magnus Occidental, es decir, un dragón europeo, con lo cual le gustan las montañas, las ramas de los pinos (los más jóvenes), pero sobre todo las cuevas, cerca de la costa si han nacido en el Mediterráneo, pero siempre alejados de los seres humanos, salvo que tengan un defecto en la Genética y prefieran una casa adosada con calefacción como la mía, frente al mar y a unos pasos de la playa.
Lyodrán tiene carácter. Cuando se enfada utiliza las armas de las que fue dotado por Genética: llamas que nacen de su garganta, cola en punta de flecha y, sobre todo, su poderosa embestida con su apéndice nasal parecido al de un rinoceronte. Sólo lo utilizan los ejemplares mayores de edad y es un sedimento calcáreo que se deposita con el tiempo -más que sedimento yo creo que es su mala leche lo que se deposita-. Lyodrán es carnívoro y le gustan los chuletones de vaca, alternativa válida para no merendar seres humanos, lo cual haría si estuviera muy, muy desesperado o si el humano en cuestión fuera un auténtico gilipollas.
Hay una cosa que envidio de Lyodrán. Habla varios idiomas: el draconés, su lengua materna, y también inglés, francés, ruso y alemán. Yo creo que es por su facilidad para viajar: - "En un batir de alas me planto en San Petersburgo como me toques las escamas!"-, me suele decir. Pero otra cosa que les viene de la Genética es que los ejemplares de avanzada edad como Bilthor, su abuelo, se niegan a hablar en cualquier idioma que no sea el latín; o sea, que dentro de unos años me veo repasando a los clásicos como Virgilio para aprender la lengua madre de casi todas las lenguas.
Lyodrán tiene una pasión: le encanta buscar conchas de almejas en la playa. No hablamos mucho sobre esta afición suya pero a veces, cuando me deja que le acompañe, veo en sus ojos de serpiente un destello de felicidad. Creo que se debe a dos cosas: porque le gusta el mar y sentir la arena en sus pezuñas y porque en las almejas admira la existencia de seres vivos muchísimo más pequeños que él y tan distintos en su sencillez.
Es un ser independiente, a veces desaparece durante días para meditar, aunque yo sospecho que existen otros motivos que me oculta.
Bien, creo que tiene derecho a su intimidad así que supongo que algún día me contará qué demonios tiene esa cueva que lo retiene durante un tiempo sin dar señales de vida.
Lyodrán es un dragón y es tremendamente testarudo y a veces incontrolable. Es terco y vanidoso y se cree guapo, no sabe lo que son los espejos, el muy tonto.
Es tonto, pero le quiero.
10 comentarios en el nido:
Creo que tu dragón podría dar clases de "habla" a aureón. Verás, no sé por qué tu dragón habla y el mío no. Es bien conocido desde tiempos inmemoriales que la raza draconiana es bastante zoqueta en el tema de habla; así pues, me sorprende que uno lo haya conseguido. Tal vez sea por ese hábito de compartir morada con una humana, cosa por cierto inimaginable en Urdián.
Que majo tu dragón, lo cierto es que me cae bien y estoy deseando saber más cositas de él, me estaba imaginando la escena de un amanecer en la playa dando un paseo y topandome con un dragón rojo como el fuego mirandome con tensión en su mandibula dispuesto a atacarme a la mínima reacción mía, o tal vez nos haríamos amigos y me dejaría tocar sus escamas duras con cuidado para no pincharme, jeje. Besos.
Estimado señor Karelda: por supuesto que sería impensable que en Urdián un dragón llegara a hablar puesto que si no me equivoco son ustedes grandes cazadores de dichas bestias, con lo cual creo que ninguno quisiera tomar el té con ustedes. De todas formas le recomiendo que intente ganarse la confianza de Aureón y verá usted como termina hablándole aunque sólo sea para mandarle al diablo. De todas maneras le diré a Lyodrán que les haga una visita aprovechando que un primo lejano suyo vive cerca de Urdián, así podrá echarle una mano, perdón, zarpa, en la introducción del arte de saber conversar con un dragón. Espero haberle sido de ayuda querido amigo y quedo a su entera disposición.
Querida Sidel, estoy segura que cuando menos lo esperes encontrarás un dragón que te hablará y te ofrecerá su amistad. Sólo hay que desearlo con fuerza. Besos!
Hola Carolina desde que vi la pelicula corazon de dragon amo a estos seres y seguro que Liodran es todo corazon pese a su mal genio...me encanta que nos cuentes sus aventuras y comparto con el ese amor a pasear por el mar y setir la arena mojada en mis pies...os mando muchos besitos a los dosssss
Arwen, creo que sobre lo de sentir la arena en sus pezuñas, Lyodrán tiene su propia opinión, que la dará un día de éstos.
Estimada Carolina... no sólo he intentado un acercamiento si no que este resultó... ¡catastrófico! Me ha llamado mucho la atención su dieta sólo a abse de carne de vaca. No creo que eso sea bueno para su dentadura. El pescado le añade brillantez a las escamas. Ahora mismo he visto que Aureón tiene las uñas débiles y eso es porque mi queridísimo kiwori le ha estado alimentando a base de pienso seco compuesto por carne de Roc. ¿Dónde está la fruta? Que a un dragón l encante la carne no significa que sólo hallamos de alimentarlo conésta. Del mismo modo es como si yo me alimentara sólo de pastelillos de chocolate porque me encantan... bueno, usted ya me entiende.
Estimado amigo Karelda: Usted cree que la bestia se alimenta sólo de carne. ¿Qué cree usted que hace en la playa con las almejas? ¿Que les da coversación? Pues sepa Señor mío que colecciona sus conchas...después de comérselas!! Así que ya ve Usted, es un sibarita ya que pescado come poco pero lo que es el marisco...
En cuanto a la fruta puedo a Usted confirmarle que come mucha puesto que sé que se pega grandes atracones de almendras y avellanas, que sabe bien Usted que almendros y avellanos abundan mucho por el Mediterráneo. Y como bien dice él, son frutos, secos, pero frutos al fin y al cabo y que además tienen mucha fibra y le sientan de maravilla por su aporte energético y dan luminosidad a sus llamas.
Así que ya ve usted, que el condenado animal sigue una perfecta dieta de dragón, un poco "sui géneris", pero que pienso es correcta.
Me despido de Usted querido amigo y cuente conmigo para lo que pueda servirle.
Por cierto Señor Karelda. No desespere con respecto a Aureón, con el tiempo llegarán a entenderse. Y me permito recomendarle que le diga a su kiwori que le proporcione durante unos días medio kg. de avellanas con cáscara en su dieta. La fibra solucionará el problema de la debilidad de las uñas. Bien, ya me contará Usted.
Y ya hablaré yo sobre mi estupenda dieta!!
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