HAITÍ. El Infierno en la Tierra

viernes, 15 de enero de 2010 5 comentarios en el nido

Uno de los objetivos de El Espíritu del Halcón es promover el respeto hacia los Hombres, los Pueblos que viven en la madre Tierra, sin distinción de razas, colores, pensamientos o religión.
Aquí, toda opción y toda elección del Ser Humano, aunque no sea comprendida ni compartida, es y será siempre respetada.

Por ello, todo lo que ocurra en la esquina de mi calle como en las Antípodas del Planeta Tierra, que afecte y conmueva a nuestra raza, la raza Humana, será reflejado aquí.
Hoy escucho, escuchamos, el lamento del pueblo haitiano...

Un devastador terremoto de magnitud 7,3 en la Escala de Richter -hasta un máximo de 9-, calificado como "Terremoto Mayor", causante de graves daños en la superficie terrestre, asoló Haití, y, en particular, su capital, Puerto Príncipe. Pero un movimiento sísmico de estas características, y esto es lo que duele, no hubiera sido tan catastrófico si hubiera ocurrido en un país del llamado "primer mundo", preparado para estas circunstancias.



Haití es un país tercermundista. Es un país poblado en un 95% de descendientes de esclavos negros, un país "olvidado" por Dios. Dejó de ser colonia francesa para ser diezmado por dictadores ávidos de poder y riquezas, dejando a sus habitantes sin recursos.
Un país que apenas sobrevive con menos de 2$ por habitante y día, es evidente que no puede hacerse con la infraestructura antisísmica necesaria para que la ciudad "aguante" y se mantenga en situaciones límite como ésta.

Ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Tokyo, Kobe, son ciudades preparadas para afrontar estas eventualidades. Edificios estructuralmente, técnicamente, arquitectónicamente diseñados para soportar movimientos sísmicos hasta su grado máximo, los 9 Richter. Ciudades que sobrevivirán en su infraestructura básica.

Pero, en Haití, hermosa Haití, las cosas son muy diferentes...
Ellos no pueden pagar esa infraestructura, al igual que ocurre en otros puntos pobres de nuestro planeta (Irán, Turquía -donde se esperan una serie de terremotos a corto plazo que podrían devastar gran parte del país-,Italia -que aún sufre las consecuencias del último movimiento sísmico-, España -punto de fricción de la placa euroasiática con la africana, no es ciencia ficción, en el sur de nuestro país hay quien no duerme tranquilo-, países que no tenemos medios para afrontar un desastre de estas características.



Ahora, en estas horas, la ayuda humanitaria es imprescindible. Desde mi ciudad, Torredembarra, han partido hacia Puerto Príncipe unidades K-9, hombres y perros entrenados para rescatar víctimas de entre los escombros -estoy orgullosa, y estoy con ellos-. Lo que lamento, profundamente, es que la ayuda está tardando en llegar, ya que no hay caminos, no hay medios, aunque nuestras fuerzas encontrarán cómo hacerlo.

Y, sobre todo, clamo al cielo, porque no hay hospitales, no hay médicos -muy pocos, Médicos sin Fronteras hace lo que puede-, no hay nada, nada, no hay comida, no hay agua... dónde está la Esperanza, dónde la Supervivencia?

A las víctimas del seísmo, desgraciadamente, pronto habremos de sumar las víctimas por falta de asistencia médica, los muertos por hambre y sed, por las epidemias si no se entierran pronto a los muertos.
Es cruel, es la Ley del más Fuerte, ya empezaron los saqueos, donde no se respeta ni a los muertos, pues ya nada necesitan y los vivos sí.
Los cadáveres son alfombras donde yacen vidas anónimas, vidas con historia, aunque sean vidas pobres, sorteados por los pies de los supervivientes buscando cómo vivir un día más.
Gran Espíritu, envía un rayo de luz que ilumine el camino, aporta una breve esperanza de vida, que la ayuda llegue a La Española, cuanto antes...

El Halcón sobrevuela Haití; el país es hoy un Infierno en la Tierra, pero aquellos que murieron bajo los escombros, son Ángeles nuevos en un cielo sin sombras, un cielo quieto, no se mueve, un cielo en calma...

Carolina, El Halcón

5 comentarios en el nido:

  • Sidel dijo...

    Que puedo decir que no hayas dicho ya, yo estoy consternada. Estoy invandida por la tristeza...Yo estuve en república Dominicana y se muy bien lo pobres que son sus vecinos haitianos, solo los contratan para recoger caña de azúcar y mientras, sobreviven en una pobreza extrema. ójala les llegue pronto la ayuda y la gente siga aportando todo lo que pueda para salvarlos de esa situación. Creo que España es un país solidario e intentará hacer todo lo que pueda. Un abrazo.

  • Nieves Hidalgo dijo...

    Hola, Carolina.
    Paso a dejarte un saludo y a felicitarte por un blog tan bonito.

    Esta noticia ha hecho que todo el mundo esté conmocionado. Y una vez más, el mundo entero se ha unido para prestar ayuda. Los españoles siempre han sido solidarios, y las donaciones no paran de llegar para ayudar a este pueblo.
    Sólo nos queda esperar que encuentren a las máximas personas posibles con vida y que poco a poco se vayan solucionando todos los problemas.
    Tu artículo me ha puesto la piel de gallina.
    Un beso fuerte

  • Arwen dijo...

    Que tristeza te invade al ver tanta injusticia...espero que les haya llegado ya la ayuda humanitaria, aquí en todos los institutos y colegios están recogiendo dinero, yo aporte lo que pude y espero que sea mucho entre todos...pero como bien dices deberían de ayudarles a prepararse para los seísmos por lo menos que muriera menos gente...un abrazo con cariño...

 

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